Hola mundo

Todo lo que podemos hacer en un instante es poco, en realidad. No por ser el instante infinitamente pequeño, sino porque la inmensidad de nuestra ambición es inabarcable, nos ahoga y nos sumerge en la más profunda depresión. Tratamos de entender todas nuestras inquietudes y materializarlas en lo finito del tiempo, acomodarlas en los recovecos que quedan luego de realizar aquello que damos en llamar “vivir”. Finalmente existir nos estorba, el tiempo se nos antoja escaso y sabemos antes del final que jamás podremos hacerlo todo. Lo negamos. Nos quejamos. Lloramos. Y si tenemos suerte, nos resignamos.

Disfruta del viaje, no pierdas un instante observando el camino porque no lograrás verlo todo. Atesora aquello que puedas y el resto déjaselo a la sombra que seguirá tus pasos.


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